Por: Colectivos y organizaciones participantes.
A diez años del reconocimiento de la semilla campesina, nos encontramos en Montecarmelo, Edo. Lara, las y los revolucionarios comprometidos con la defensa y protección de la semilla local, campesina, indígena y afrodescendiente, base de nuestra soberanía genética.
En este décimo aniversario,
como saldo organizativo, trascendemos del reconocimiento necesario a la lucha
popular por la defensa de la semilla, a la acción colectiva para el resguardo,
producción, reproducción, distribución y consumo de nuestras semillas, convocatoria
que asumimos militantemente ante la actual emergencia nacional de la producción
agroalimentaria.
Las políticas públicas y el
sistema de producción agroalimentario, actualmente en uso en nuestro país, a
pesar de los avances de nuestra Revolución Bolivariana y las luchas populares,
aún se encuentra en situación de dependencia y subordinación al agro-negocio y
el modelo capitalista de producción. Éste modo basado en sistemas crediticios
que generan dependencia, paquetes tecnológicos agroveneneros y la apropiación
latifundista de la tierra, imponen una lógica y un sistema que tributa a la
dependencia de las importaciones, con la certificación excluyente y
privatización de las semillas y de sus conocimientos, prácticas y creencias
asociadas.
Aunado a esto, hoy es mucho
más evidente en nuestras parcelas el impacto del cambio climático generado por
la vorágine capitalista, con sus lluvias imprevistas y sequías extremas, esta
situación nos convoca a reorganizarnos y replantear nuestros planes de siembra
para resguardar la producción. A pesar de esta evidente situación, las
políticas públicas continúan desacopladas de esta realidad y de nuestra lógica
popular de producción.
Desde nuestra resistencia,
asumimos en este encuentro nacional de Montecarmelo el compromiso de construir,
implementar, acompañar, desarrollar y evaluar permanente y colectivamente UN
PLAN COMUNAL DE SEMILLAS desde las comunas, organizaciones y movimientos sociales,
como modelo viable y contra hegemónico, basado en el reconocimiento de las
experiencias construidas desde el poder popular que hoy estamos aquí presentes,
que desde la lucha hemos rescatado tierras del latifundio, resguardado y
multiplicado nuestra semilla, impulsado mecanismos eficientes de producción,
intercambio, distribución y consumo solidarios, libres de intermediarios y como
pueblo legislador hemos construido en corresponsabilidad un proyecto de ley de
semillas antitransgénicos y antipatente.
Desde nuestra práctica
concreta emancipadora, planteamos la necesidad impostergable deconstruir una
nueva arquitectura productiva nacional, basada en los principios de:-Recampenización
de la ciudad, -Impulso de la producción desde lo local basada en las necesidades
reales de las comunidades y la planificación del consumo, -Relocalizaciónalimentaria
y erradicación de los alimentos viajeros, -Una nueva educación y formación para
la siembra, -Una nueva cultura de consumo aunado a un cambio radical del
sistema educativo, todo esto sustentado en una fuerte alianza revolucionaria
entre el campesinado, cuidad, poder popular organizado e instituciones del
gobierno revolucionario.
Siendo que esta guerra
económica contra el pueblo ha afectado principalmente a la mujer, se asume la
convocatoria de nuestro Presidente Obrero y Feminista Nicolás Maduro Moros a romper
las cadenas que historicamente han oprimido e invisibilizado a la mujer, para
colocarla como sujeto protagónica en el resguardo y la reproducción de la
semilla, en esta línea y en el marco del mes en el que se conmemora el día de
la mujer rural seguimos exigiendo mayor amplitud en las políticas públicas para
atender y garantizar derechos de este sector particularmente vulnerable, para
transformar su realidad y asegurar su acceso a la titularidad de la tierra y a
créditos y microcréditos solidarios, entre otros.
Apoyamos contundentemente
desde la movilización y el activismo popular, la construcción de la victoria en
las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, como pueblo consciente
no renunciamos al ejercicio constituyente y revolucionario al que nos convocó
el Comandante Chávez como pueblo legislador. A nuestras candidatas y
candidatos, futuros parlamentarios, les exigimos desde ya en el marco de la
campaña, la APROBACIÓN de la Ley de Semillas antitransgénicos y antipatente,
basada en el reconocimiento de la semilla campesina, indígena y
afrodescendiente, como bien común de interés público, a sabiendas que la misma
tiene un carácter inédito y se ha constituido desde ya en un referente de la
lucha latinoamericana contra el imperialismo semillero que impulsan las
transnacionales del agronegocio y fue construida desde el consenso entre el Poder
Popular, el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, constituyendo así la
fórmula perfecta para continuar siendo un pueblovictorioso.
Soberanía genética y
cultural para soberanía alimentaria desde nuestros territorios comunales.
Por la semilla libre y
soberana asumamos el compromiso con el legado de Chávez, nuestro Presidente
Nicolás Maduro y nuestro pueblo valiente.
¡VENCEREMOS!
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